domingo, 11 de mayo de 2008

Estoy esperando

Ya te estoy esperando sentado,
mi pequeña luciérnaga divagante,
en mis cosechas frondosas y belicosas
esperando y recordando tu luz fragante

...No me robes el recuerdo...

Ahora ya no estoy en mis cosechas,
estoy escondido en los recovecos
de las oscuras tierras derechas
rellenando con la espera los grandes huecos.

...Encuéntrame en la oscuridad...

Ahora insistente estoy esperando,
ansioso bajo los ojos de la tierra,
los tuyos para que sigan a los mios iluminando
pues esta caminata redundante me aterra.

...Ilumíname para iluminarte...

Solo el puño de la tierra me protege
de estas lluvias cruentas e irreverentes
que se cuelan por la fibra que la teje
consumiéndole la vida, y la mía, que a ella es inherente.

...Dame el armadura de las penas...

Veo tu silueta a lo lejos caminando
y ya descansa mi alma en mi sonrisa
a pesar de que en porciones te vas presentando
y no como en otras, que llegas de prisa.

...Quédate en la eternidad...

Me quedo ahora acariciando la pulcritud
de mi libertad, escritora del porvenir,
forjadora poderosa de mi actitud
y de los fuegos de mi vida martir.

...Edifica mi camino...

¡Sí, por favor!
¡No me robes el recuerdo!
¡Encuéntrame en la oscuridad!
¡Dame el armadura de las penas!
¡Quédate en la eternidad!
¡Edifica mi camino!
¡Y forja las espadas que
mis puños de tierra esgrimirán
cuando las guerras me llamen,
me llamen a matar!

No hay comentarios:


Por Liniers

Por Liniers

Alberto Montt