sábado, 27 de diciembre de 2008

¿Productos económicos?

El día de hoy, en el que el capitalismo cada vez da al mundo mas penurias y miserias, y cada vez va deshumanizando más al hombre, he empezado a percibir a mi alrededor, en los que han dejado de ser mis compañeros de colegio, las dudas sobre el futuro, sobre las carreras, las vocaciones y he encontrado en muchas voces no mas que impotencia y rabia contra la imposibilidad de elegir lo que uno puede llamar vocación.

Y entonces me di cuenta mas que nunca de la labor de la educación que ejerce el sistema, la cual consiste no en crear seres ricos culturalmente, si no que totalmente al revés, en crear mano de obra productiva y sumisa a los mandatos económicos, maquinas irracionales que solo sirven para producir dinero.De hecho, si tratan de persivirlo, la presión mediática y económica es tanta que hasta la misma sociedad alienada te tiende a empujar a cumplir sus expectativas, a ser mas productivo para la sociedad, y es ahí cuando te reducen a un simple billete, el cual no tiene derecho a expresar sentimientos ni necesidades, no mientras no seas productivo al capitalismo explotador y te sometas ante sus garras. Me pregunto si se han dado cuenta de cuantas vidas están dañando, cuantos talentos, cuantas alegrías están desechando, pues aquí tu propia voluntad no vale sino en tu propia conciencia, estas condenado a obedecer y a reprimir tus ganas de vivir. La verdad no deja de darme vueltas esta pregunta: ¿Por que hemos de ser serviles a la burguesía?

Ha calado tan a fondo esta concepción de educación y vocación, que afecta en cada una de las relaciones sociales existentes, desde el mas simple contacto de trabajo (que por lo mismo se transforma en relaciones totalmente verticales) hasta algo tan complejo como el amor, en el cual no se busca sino un ente productivo economicamente. O sea, según esto yo como ser humano voy a estar mucho mejor estando con una persona que tenga dinero y que no necesariamente me ame, a que con una persona que me entregue amor y que no siempre pueda mantenerme. A todo plano nos estamos minimizando a algo tan denigrante como lo es un valor económico. Han dejado de valer los valores-valga la redundancia-, y el mismo amor ha pasado a segundo plano. Todo este sistema económico ha proyectado sobre si una conciencia totalmente plutocrática, y nosotros realmente no nos damos cuenta.

Sería realmente bueno y bello que cada uno pudiese hacer lo que realmente quiere hacer, y que no solo un grupo pequeño lo pueda lograr. Que pudieramos decir, ¡Yo quiero hacer esto!, sin verguenza, y sin tener que temer que el mercado no reconozca tus talentos. Para esto tenemos que formar conciencia, rebelarnos en contra de la sociedad alienada, contra las concepciones de vida que nos incrustan los medios de comunicación y el mercado, y así al fin podremos recién empezar a crear los cimientos de una nueva sociedad y de un nuevo ser humano, donde el ser humano recupere su valor y su esencia, y se emancipe de una vez por todas de estas cadenas económicas y sea LIBRE.

jueves, 11 de diciembre de 2008

El desmundo de la noche

Labios escapistas,
estuve a una legua,
a un segundo
y a una noche,
mientras gritaban las alegorías
de un desmundo de mentiras
en pisos danzarines.

Corrían,
mientras sonreía
con la lejanía escondida
entre los muros implacables
de la noche tibia,
esclavizada al destiempo
de los polos y los cismas.

Saltaban y susurraban
a la muchedumbre de toxinas
sus desmundos, destiempos y desidias,
con desmodos desordenados
y desramos de des-lirios.

yo les digo:
me opongo al destino
y lo destierro de mi frente
para desbuscarlos y encontrarlos
en las deslomas de aquellos desmundos insolentes,
que me sonrien con derroches de sonrisas
en sus desenvainados rebotes.

Por Liniers

Por Liniers

Alberto Montt