domingo, 31 de agosto de 2008

La pluma que vomitó

Sois una pluma dicha por la lluvia
y por los próceres de la locura instantánea

Yo te miro solemnemente.

Eres la sonrisa numérica de Kirchoff,
cuando tu sangre cae en mis papeles
en rocas malgastadas,
y todo tropieza en tres maldiciones.

Yo solo sonrío
y recuerdo que algún día sonreí,
y fue un chiste sicodélico y polisemántico,
como el vómito censurador de esta pluma,
que vomitó mis palmas.

martes, 26 de agosto de 2008

Lejanía

Acordes resonantes me olvidaron en la oscuridad

Ecos redundan en la esquina de la silla,
que amortajó a la solitaria clemencia
y la hizo más decadente que de la visión la ausencia.

Te remembro sentado con los miembros caídos,
diría alicaído, plumicaído, y solamente caído,
mirándote en la lejanía de la descripción fangosa
de este corazón sísmico.

Fueron bellos aquellos días
en que mojaste los anhelos con tus rozas,
mis heliotropos con tus lianas fulgurantes,
y a mis rocas con tu fuego de doble filo.

Los de hoy son lapidarios
y tremendamente perdidos en las nupcias del vacío y la necesidad,
cuando veo que me falta el labio ascendente trepar por mi boca,
mis brazos y mis palmas blasfemar un trabalenguas corporal,
y simplemente un sentimiento.

¡Sí! Ya no siento tus brizas risueñas cuando corro
y espero solo correrme para tropezar
a propósito con aires tuyos
y caer de bruces y rabiosamente al suelo .

¿No habeis dislocado las alegorías
y las hicisteis manifestarse
en las manos del mundo?

¡Oh, manos pequeñas!
¿Donde estais?,
si te quedaste en pie
sobre las huellas del atardecer
¡Oh maldito desfallecer!

No te espero al buscarte
en la eternidad enjuta de la niebla,
espejismo lejano y confuso;
solo espero un respiro locuaz
que alimente mis fogatas
para mirar a la lejania
y aspirar en vela
la nueva tela
de la
piel.

viernes, 22 de agosto de 2008

martes, 19 de agosto de 2008

Asi habló la nada vetusta

Asi habló la calle vetusta
cuando tropezó corriendo
por gente mal pavimentada,
al sentarse en desordenados dientes
,apilados en las orillas
de los muebles blandos de la lujuria
y entre los recovecos
de las poco acogedoras fachadas,
construidas con los cueros curtidos
por las norias.

Así habló la luna vetusta
al optimizar su vista
con sus cristalinos,
lupas empecinadas en la mala percepción,
como el diente al frío.

Ellos no tienen la culpa,
es la deficiencia del que moldeó
en barro la imperfección.

Así habló el perro vetusto
al ver que su mascota
se dejaba estar
en unos papeles teñidos, manchados,
y en largas jornadas de observación.

Satirizaban la monotonía
de su experimentación;
la llamaron la vuelta del hombre.

Un elefante trafica los huesos prohibidos,
una ballena su carne,
un árbol sus pulmones,
que son talegos dobles,
prácticos para el nado
untado con el aceite
traficado por el lobo.

Le insisto señor empresario
y consumista empedernido,
esta mascota es un producto apetecible,
a pesar de su imperfección,
y si os preocupa lo que concierne a la legislación
somos gaviotas desencadenadas;
Así alguna vez habló la muerte vetusta.

Y la nada vetusta asi habló
al renegar de la vida justa,
de la muerte intrusa,
y de ambas
ante las mentes ilusas.

Y ahora hablo yo
bajo la concepción vetusta
que vive sobre sus cabezas
sumisas a la cordura
en este mundo volcado
en su puño con hielo,
golpeando y golpeando
a la alegria en el suelo.

viernes, 15 de agosto de 2008

El Macrobus y la obra de arte

Era inevitable encontrar solución al conflicto que el destino me deparaba con fin. Eran caminos con entradas embadurnadas y con locos trepando sobre la niebla, y dejando libre dos troncos que nacían del suelo.

-¡Atención señoras y señoras, el siguiente acto es una muestra de arte! Necesito una voluntaria que me quiera hacer el amor.

Entonces una mujer con aspecto frígido y alienado le introdujo su pene al actor. Yo estaba entre pasmado y empapándome de un fuego que huele a fenecer.

-¡Ahora viene lo trascendente de mi acto! - dijo el actor.

Sacó de su bolsillo eterno dos tapas multicolor y las hizo bailar tap de una forma tan sicodélica que el sol me saludó con una sonrisa.

Me paré de mi asiento, levanté mis brazos, por sobre la gente y por sobre mis brazos, y corrí desde el chofer hasta el último pasajero. Le pregunté como se llamaba y me dio un cigarro. Creo que las letras se refractaron con los pelos de un calvo. Le di las gracias, encendí el cigarro con la cascada que caía de un vidrio y le quemé el pelo al calvo. Y al fin viajó correctamente el mensaje, del cual el último pasajero en un grito rimbombante hizo una réplica:

-¡Juan Perez!

Me dije ¡Mierda!, conocí a una leyenda, y entonces le compre al centímetro sexual las tapas taperas y le regale a Juan Perez un machitún y él riendo me regaló una sonrisa amplia como la del sol. Sucedió que mientras bailaban las tapas, se materializó Caupolicán. Empaló al actor que era español y se bajo en san Diego a comprar libros. Entonces me senté y Juan Perez corrió a mostrarme un comic parlante del argentino Liniers. En el cuadernillo aparece un personaje azul, rectangular y esponjoso que es el amigo imaginario de un niño, y se llama Olga.

Yo me impresioné y cerré los ojos, y apareció Olga sin Martincito, y por ello me di cuenta que solo la soledad suele crear solemnes entidades tan solitarias como aquella. Y me heché a llorar al ver a Juan Perez con la soledad genialmente personificada y al español empalado, pues era la mayor obra de arte presente despues de el acto de hacer el amor.

Y veía que el fin se acercaba, y le dije hola, lo amarré a un fierro y a posteriori me bajé de aquella máquina suprauniversal con aquella obra de arte magistral que bajo de los sueños y nos fuimos caminando, pues tenía que llegar a mi casa, me esperaba en pie una sopa mágica que quita el calor y el frío.

Olga llevaba al español en su espalda mientras conversábamos sobre bombas incendiarias y manifestaciones con Juan Perez. Él me manifestó que él era como el común de la gente, y que por lo mismo prefería no pronunciarse ante el tema político. Yo le dije que lo entendía y en un abrir y cerrar de ojos él tenía una molotov en la mano. La lanzó a un cuartel de carabineros y nos echamos a correr. Ahí comprendí que Juan Perez era un personaje fuera de lo común.

Eran las 3 de la mañana y recordé que tenia que llamar a una amiga venezolana. Me contestó, le dije: hola amiga, te mando por teléfono a Olga y una ola de abrazos, adiós. Nos despedimos de Olga y este hizo el viaje intergaláctico por el cable telefónico hasta llegar a la casa de mi amiga, y le dio todos los abrazos que le mandé. Ella metió a Olga en su piano y acto seguido sonrió igual que el sol y Juan Perez.

Ahora entre Juan Perez y yo llevábamos al español. No supimos que hacer con él. Llegamos a la sabia conclusión de que lo diéramos en adopción para que desapareciera el tronco en la ficha. Nos despedimos y seguimos.

Caminando nos encontramos con el fin o Fin. Nos reconciliamos y nos abrazamos. Fin era bombero. Nos contó que mientras estaba en el Macrobus, por la radio cantaba un centroamericano sandunguero una canción que decía " que vengan los bomberos que me quemo" o algo así, y él, alarmado, se soltó del fierro, corrió desesperado y vio que un cuartel de carabineros estaba en llamas.

Sin mas que hacer, se bajó los pantalones y comenzó a orinar y cuando ya su vejiga estaba vacía, se metió los dedos a la boca y vomitó litros y litros de agua. Para la felicidad de las autoridades pudo apagar el incendio, hecho que posteriormente le reconocieron con el apodo de "manguera humana".

Decidimos con Fin ir a dejar a Juan Perez a su casa, pero nos dijo que no nos preocuparamos, porque tenía que ir al baño. Entonces nos despedimos y seguimos caminando. Llegando a casa recordé que no tenía llaves, entonces me tomé la cabeza con las dos manos, enojado, cerré los ojos, empezé a correr, me tropecé y cai de bruces al suelo. Abrí los ojos y vi a la hormiga cabezona con mis llaves. Le dije gracias y me levanté.

Después me despedí de Fin, mi amigo, vecino, bombero y enajenado, y me pude ir a dormir tranquilo. Me alegró el hecho de solucionar este conflicto con Fin.


(visiten www.porliniers.com y entenderan muchas cosas)

sábado, 9 de agosto de 2008

Oda al Toilette

Eres el reposo francés menos sutil
pero tu laxa naturaleza te hace el mas útil
con tus torbellinos enajenantes sobre tu cuerpo de marfíl
hoyo negro finito, ente antitético de los perfumes de París.

Son tus botes flotantes o hundidos
de madera corroída, por tus mares repartidos
los que fenecen en los ciclos repetitivos
de tus vísceras, conductos altivos,
que caen con presteza sobre los infiernos prohibidos.

Es paradójica la libertad de tus navegantes
pues de una cadena nace la marea, pileta poco elegante,
llegando así a sus destinos lejanos y redundantes,
paraísos pantanosos, cielos crípticos y abismantes.

Trono de ebrios, de pensantes y plebeyos,
salón de lectura,cotidiano culto asiento,
que no tiene ojos, ni se queja con lamentos,
es por eso que te escribo inspirador diáfano y bello.

Te escribo por que eres la mas grande creación,
lujo invaluable para nuestros culos de cartón;
no os preocupeis amigo, es de vida mi decisión,
me dices, toilette, con tu hermosa canción.


[feliz cumpleaños para mi =)]

martes, 5 de agosto de 2008

Las Máquinas Sometidas

Máquinas sometidas y esclavas del sin cesar de las frases que piensan tocar el cielo ,tartamudean ante las autoridades sacras las pseudo-salvaciones que emergieron de la superioridad fáctica y ficticia, las frases del sometimiento que nos crucificaron con las manos juntas y nos ataron con las sogas a los suelos más profundos del infierno; y supeditados a sus panzas corren a golpear sus vidas que son pecados bajo las miradas inconcecuentes de los hilados en oro, culos henchidos de tanta ostentación y que van de la mano del ejecutor y del monetario.

¡Muerte a la luz falaz y represora que nos quita la verdad! ¡Que renazcan en los ojos los arcoiris edificadores de la nueva ciudad! ¡Qué viva el hombre y que viva en la eternidad, eternidad terrenal, de la materia, en su dulce emancipar!

domingo, 3 de agosto de 2008

A memorias pasadas

He de recavar en mi memoria
signos de otros mas cuerdos dias.

Pero no los añoro,
sino que me vuelvo
y río
y me siento un loco,
y me siento poco.

Me siento
y recavo en mi memoria
y termino estirado
en el suelo de la historia.

viernes, 1 de agosto de 2008

Bombas

Estamos destruidos
y necesariamente destruidos,
encadenados y somnolientos.

¿Has visto la lluvia que cae
sobre los diáfanos ojos
y desde ellos sobre la solera?

¿No te has sentido cargado de gotas,
gotas explosivas y corrosivas
que se internan en tus bosques iluminados?

Malditos nos llueven

Es la empiria mutágena
regada por los cielos.

¿No te has dormido
bajo el alero
de los discursos prohibidos?

¡No te duermas hermano,
no te duermas!

¡Son tus labios amplificados
los que hacen a las placas
tiritar en el fuego!

¡No te duermas!

¡Son tus ojos la libertad!

¡Son la mano que ha de apretar la furia
y ha de reunirla en meteoritos
para que bailen sobre la pista
el canto del despertar!

¿Has visto caer las lágrimas
por su mejilla irritada?
¿Me has visto llorar?

La humanidad se fue corriendo
por el paraiso,
por los jardines colgantes
por la Atlántida.

Solo quedamos nosotros
y ellos nos llueven.

Pensé que éramos parte
de la historia escrita por las lluvias.

Pero nos levantamos aquí.
Nos han creado para destruirlos.

¿Qué hacemos?

Yo corro al viento con locura
y me declaro el diablo,
me declaro el fin del mundo.

Soy la destrucción,
una bomba activada con la existencia,
existencia deteriorada y suicida,
existencia no existencialista.

Esta es simplemente una pregunta,
no una respuesta.

La cuestión cuestionada
por mis pies y por mis puños
que golpean lo tétrico y lo absoluto,
lo impuesto y nunca cuestionado.

¿Bien?,
No existo sino en la inexistencia
este me ha respondido.

Solo mira al cielo
y mira como lloras
cuando caen sobre tus ojos
las variedades de ponzoña disfrazada.

Tú eres una bomba encerrada.

Tu auto-destrucción no existe
mas que en sus constituciones del bien.

Tú solo explota
en verborreas apasionadas
en subversiones lectoras
en los hechos escondidos,
pues la destrucción
es el arma que cae en la lluvia
sobre nuestros cabellos
desgreñados y sulfurados.

Tu destruye los obesos goterones,
las nubes oscuras
y los grandes eslabones,
y mas no te digo,
pero no me digas que no señalé tu gatillo.

Eres la destruccion de la destruccion
que nos carcome
la negacion de nuestra negación,
eres la sintesis de esta dialectica corrosiva
y la más grande creación.

Solo te queda explotar,
polvora emancipadora,
explotar para libertar
a nuestras almas opacadas
por las operaciones desoladoras
de los hilos que manejan tu caminar.




Por Liniers

Por Liniers

Alberto Montt