viernes, 1 de agosto de 2008

Bombas

Estamos destruidos
y necesariamente destruidos,
encadenados y somnolientos.

¿Has visto la lluvia que cae
sobre los diáfanos ojos
y desde ellos sobre la solera?

¿No te has sentido cargado de gotas,
gotas explosivas y corrosivas
que se internan en tus bosques iluminados?

Malditos nos llueven

Es la empiria mutágena
regada por los cielos.

¿No te has dormido
bajo el alero
de los discursos prohibidos?

¡No te duermas hermano,
no te duermas!

¡Son tus labios amplificados
los que hacen a las placas
tiritar en el fuego!

¡No te duermas!

¡Son tus ojos la libertad!

¡Son la mano que ha de apretar la furia
y ha de reunirla en meteoritos
para que bailen sobre la pista
el canto del despertar!

¿Has visto caer las lágrimas
por su mejilla irritada?
¿Me has visto llorar?

La humanidad se fue corriendo
por el paraiso,
por los jardines colgantes
por la Atlántida.

Solo quedamos nosotros
y ellos nos llueven.

Pensé que éramos parte
de la historia escrita por las lluvias.

Pero nos levantamos aquí.
Nos han creado para destruirlos.

¿Qué hacemos?

Yo corro al viento con locura
y me declaro el diablo,
me declaro el fin del mundo.

Soy la destrucción,
una bomba activada con la existencia,
existencia deteriorada y suicida,
existencia no existencialista.

Esta es simplemente una pregunta,
no una respuesta.

La cuestión cuestionada
por mis pies y por mis puños
que golpean lo tétrico y lo absoluto,
lo impuesto y nunca cuestionado.

¿Bien?,
No existo sino en la inexistencia
este me ha respondido.

Solo mira al cielo
y mira como lloras
cuando caen sobre tus ojos
las variedades de ponzoña disfrazada.

Tú eres una bomba encerrada.

Tu auto-destrucción no existe
mas que en sus constituciones del bien.

Tú solo explota
en verborreas apasionadas
en subversiones lectoras
en los hechos escondidos,
pues la destrucción
es el arma que cae en la lluvia
sobre nuestros cabellos
desgreñados y sulfurados.

Tu destruye los obesos goterones,
las nubes oscuras
y los grandes eslabones,
y mas no te digo,
pero no me digas que no señalé tu gatillo.

Eres la destruccion de la destruccion
que nos carcome
la negacion de nuestra negación,
eres la sintesis de esta dialectica corrosiva
y la más grande creación.

Solo te queda explotar,
polvora emancipadora,
explotar para libertar
a nuestras almas opacadas
por las operaciones desoladoras
de los hilos que manejan tu caminar.



1 comentario:

jota pé* dijo...

volando por tu mundo!
ojala sean más los que destruyen goterones, para que logremos crear un gran paraguas, y podamos secar esa lluvia constante y destructiva...

saludos pato!
poemas extensos ;)

aios


Por Liniers

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Alberto Montt