martes, 26 de agosto de 2008

Lejanía

Acordes resonantes me olvidaron en la oscuridad

Ecos redundan en la esquina de la silla,
que amortajó a la solitaria clemencia
y la hizo más decadente que de la visión la ausencia.

Te remembro sentado con los miembros caídos,
diría alicaído, plumicaído, y solamente caído,
mirándote en la lejanía de la descripción fangosa
de este corazón sísmico.

Fueron bellos aquellos días
en que mojaste los anhelos con tus rozas,
mis heliotropos con tus lianas fulgurantes,
y a mis rocas con tu fuego de doble filo.

Los de hoy son lapidarios
y tremendamente perdidos en las nupcias del vacío y la necesidad,
cuando veo que me falta el labio ascendente trepar por mi boca,
mis brazos y mis palmas blasfemar un trabalenguas corporal,
y simplemente un sentimiento.

¡Sí! Ya no siento tus brizas risueñas cuando corro
y espero solo correrme para tropezar
a propósito con aires tuyos
y caer de bruces y rabiosamente al suelo .

¿No habeis dislocado las alegorías
y las hicisteis manifestarse
en las manos del mundo?

¡Oh, manos pequeñas!
¿Donde estais?,
si te quedaste en pie
sobre las huellas del atardecer
¡Oh maldito desfallecer!

No te espero al buscarte
en la eternidad enjuta de la niebla,
espejismo lejano y confuso;
solo espero un respiro locuaz
que alimente mis fogatas
para mirar a la lejania
y aspirar en vela
la nueva tela
de la
piel.

1 comentario:

Volantina dijo...

(amo a baudelaire, a propósito del fragmento a la derecha)
hace tiempo que no leía algo tan bueno (y bien estructurado!)
tienes talento innato?
donde cosigo eso?
puedo envidiarte sanamente?

me daré más vueltas por aquí, vale la pena

saludos


Por Liniers

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Alberto Montt