domingo, 7 de junio de 2009

Como muerte

Como muerte
se levanta ante nuestros ojos,
esa vil pesadilla,
con sus pies que rugen con vapor,
escapando de sus colmillos y canillas,
con un ojo omnipresente,
omniprescencia en grilletes,
que se mezclan con sus sepultureros,
de casco y fusil,
emergiendo de los nudillos ensangrentados
y en sus manos una lágrima sudada
por cientas de manos,
cientos de lamentos sordos.

Como muertas se levantan las lágrimas,
subdivididas por mandato supremo del bolsillo sin fondo,
escalando a la cima del fracaso,
de un vicio ingenuo y desgarrador
que llama a desgarrar,
lanzándote con apatía
a un bar,
y a un vaso lleno
de lágrimas acumuladas,
confabulación sincera,
una traición a la necesidad,
un constructo "casual",
una muerte "casual",
un hambre "casual",
y en consecuencia
una respuesta "casual"
y un conflicto "casual",
que debe asesinar "casualmente" este maquinar
de la máquina con más terror
de nuestro temor hecho un acto
de lágrimas secas
por el cansancio de una abundancia fluvial,
impregnada en sus manos de oro;
una sequía universal,
una lampara encendida,
una bomba va a explotar,
cientos de lágrimas encendidas
en su abrasadora avalancha
para ya no más comer muerte,
sino ya para oxidar y carcomer el metal
de la vil máquina hecha para matar.

No hay comentarios:


Por Liniers

Por Liniers

Alberto Montt