Los Andes y Yo

Maldito y Bendito,
pequeña tierra
y gigante infierno,
llamas secas
de rocas incandescentes
y llanas planicies,
Los Andes

Fulgor de locos,
y de enloquecedores
que hacen juego con el ambiente bizarro
y se camufla cual camaleon
que cae en trifulcas ambientales.
Los Andes

Pequeño genesis
de copas cupriferas,
de pulmones silicosos,
de heterogeneidad,
que en el centro,
cuadro damero,
se torna homogeneo
Los Andes

Se torna desesperante,
caluroso estacionamiento camionero,
bajo la linterna del cielo
que parece estar a un centimetro
a visperas de diciembre
sobre la virginal atayala litica
que se levanta en este agridulce terreno,
Los Andes

Pueblo con mascara de ciudad,
tu parque, humareda verdosa
de las chimeneas caminantes
y bar sin hora aparente,
te da un aire de majestuosidad,
altura arborea y relajante,
Los Andes

Amado podrido Los Andes,
tu salud desganada,
tus funcionarios inertes
tu aburrimiento tan tangible y ambiental.

Amado florido andino lugar
tus sindicatos florecen
en huelgas liquidadoras de barreras
injustas de ese edificio
de hombres obesos y sumisos
al latigo demagogo
de la banda tricolor.
Los Andes

En tus tierras florecen
los caramelos narcoticos
mezclados con edulcorantes
para las masas adormecidas,
eres centro nacional reconocido
de esta industria profesional.
Los Andes

Querido amigo,
mas amo profundamente a tu gente,
aves luchadoras
que con fervor de guerra
vuelan de las jaulas limitantes
y emigran felices
hacia lugares mas libres,
a la libertad de metropolis
Los Andes

Y asi es como te amo yo
querido hermostro
horrendo y bello
odiado y querido
entretenido y fome
culiado
Los Andes